A pesar de las grandes expectativas de Gabriella Laberge para su audición en America’s Got Talent, la cantante franco-canadiense estuvo a punto de ver sus sueños derrumbarse ante el primer obstáculo. Después de una entrevista inicial algo torpe, Laberge tocó una pieza de violín agradable, pero que recordaba las actuaciones típicas de un músico callejero. Justo cuando Simon Cowell estaba a punto de presionar el botón rojo para eliminarla, Laberge reveló su verdadero talento.
Al interpretar Goodbye My Lover de James Blunt, su voz suave y conmovedora envolvió la sala, cautivando la atención de todos. Simon Cowell retiró inmediatamente su mano del botón rojo, y los demás jueces se dejaron conquistar por el talento de la cantante de Montreal.
Al añadir elementos folk a su versión, Gabriella Laberge dio un toque único y personal a la canción. El momento culminante llegó cuando hizo una transición elegante hacia un solo de violín durante el puente, aportando una intensidad creciente a su actuación. Su interpretación magistral concluyó con una ovación entusiasta del público.
